Durante los primeros años de vida, y en particular desde el embarazo hasta los 3 años, los niños necesitan nutrición, protección y estimulación para que su cerebro se desarrolle correctamente.
Sin embargo, demasiados niños y niñas se ven privados de varios elementos esenciales para el desarrollo cerebral: “comer, jugar, ser queridos y protegidos”. En pocas palabras, esta larga cuarentena puede estar afectando a todo nivel a nuestros niños.
Los niños más desfavorecidos son los que menos posibilidades tienen de acceder a los elementos esenciales para un desarrollo saludable. Por ejemplo, la exposición frecuente o prolongada a situaciones de estrés extremo —como en casos de abandono y maltrato— puede activar sistemas de respuesta biológica que, sin la protección adecuada de un adulto, causan estrés tóxico, el cual puede interferir en el desarrollo cerebral. A medida que el niño va creciendo, el estrés tóxico puede acarrear problemas físicos, mentales y conductuales en la edad adulta.
Existen en la actualidad muchas investigaciones entre ellas la de las experiencias adversas en la infancia (Adverse Childhood Experience) donde vemos es que cuantos más este en contacto un niño con violencia intrafamiliar, maltrato, negligencia, etc mayor es el riesgo para la salud durante toda la vida, para la salud mental y los problemas de comportamiento.
Por otra parte, después de hacer una revisión de los diferentes medios de comunicación y redes observamos un aumento alarmante de violencia hacia nuestros niños, donde prevalece el maltrato físico y el abuso sexual, y es que durante el confinamiento en muchos casos los niños y niñas conviven con el agresor, por otra parte, el no poder ir al colegio disminuye la posibilidad de que el niño o niña rompa el silencio y le manifiesta la maestra que alguien le esta pegando o tocando inadecuadamente.
¿Como podemos proteger la salud mental y física de nuestros niños?
- Aceptar que esta pandemia esta afectando a los mas vulnerables, nuestros niños. Aceptar para actuar.
- Realizar investigaciones en diferentes sectores de la comunidad para detectar posibles situaciones de abuso, maltrato, así como evaluar los niveles de nutrición.
- Orientar a las familias en el manejo de situaciones de conflicto, manejo de la ira y herramientas de disciplina positiva.
- Fortalecer la solidaridad y la empatía en la familia, por una parte, ayuda en la salud emocional de los padres, así como al de los hijos.
- Colocar en el mismo nivel la importancia del autocuidado de los padres como la salud mental de los niños.
- Establecer redes de apoyo con otras ONG privadas y publicas para establecer medidas de protección para la post pandemia.
Así que una de las cosas más importantes que vemos en este momento es la importancia de esa relación estable, enriquecedora, del ambiente para los niños, así como su bienestar físico.
Psic. Maria Elena Liebster