Reflexiones sobre la película Wonder: Un niño extraordinario

Comenzaré este texto con la frase de Isabel Pullman, la madre de Auguie, personaje principal del film “Wonder”, cuya trama se desarrolla alrededor de la  vida de un niño que ha nacido con una deformidad en su rostro y se enfrenta a los embates de la vida a los que esta situación conlleva:

“Todos tenemos una marca en la cara”

Así le dice la madre a August para consolarlo por sus problemas para adaptarse al colegio que apenas comienza, pero ¿qué sentido tendrá la frase de esa madre? Es que ella parece estar advertida de que todos nacemos con una marca que si bien no es en lo concreto del rostro, se encuentra en ese lugar que le da la familia a un sujeto cuando nace, una marca colocada en el mismo nombre con el que se es llamado, marcas que están en las circunstancias que rodean cada nacimiento, y es que para cada quien habrá una contingencia que la determina. Pero la marca de August está en su cara, y esto lo diferencia considerablemente del resto, ya veremos cómo.

El film comienza mostrando como el protagonista insiste en ser un “niño ordinario” porque monta en bicicleta, porque es inteligente, o porque hace lo mismo que un niño corriente, pero el recorrido de la película va enseñando que la verdad es que vive su vida sabiendo que es un niño extra-ordinario; y sobre esa ambivalencia ordinario- extra ordinario se va a jugar la trama de la película.

¿Por qué August no es un niño ordinario?

Pues, no ha ido al colegio como todos los demás, no tiene amigos de su edad, en lugar de eso, su madre lo ha educado en casa, se ha dedicado exclusivamente a su crianza, para ella ha nacido un hijo que la ocupa completamente, al punto de suspender su propio deseo, y esto no será sin consecuencias para él. Sobre esto Jacques Alain Miller nos advierte que un niño no debe saturar la falta en la que se sostiene el deseo y «la madre solo es suficientemente buena sino lo es demasiado». Esta madre ha abandonado el interés por su tesis y comienza a escribir cuentos e historias que giran alrededor de este niño, que por tener esta marca particular le da material para crear sobre él y alejarse de lo propio.

En este caso, ella intenta darle al hijo toda la protección para que no sufra las burlas, ni la mirada crítica de los otros y como resultado este sujeto no sabe enfrentarse a la mirada del otro. En su lugar él toma como solución referencias imaginarias de personajes que no existen o están fuera de La Tierra: Star Wars, fantasmas de Halloween, astronautas (uso del casco). Imágenes que le sirven para localizar esa imagen de monstruo que no puede simbolizar. Pero el otro niño señala en August el detalle de su trenza que representa un disfraz, sin sospechar que se desencadenaría en él un episodio de angustia al verse descubierto en esa solución imaginaria que hasta ahora le ha dado un ser.

La función paterna

Pero lo interesante de esta historia es que se puede apreciar en ella lo que en psicoanálisis llamamos función paterna, que no es solo que el padre cumpla con mediar entre lo que sucede entre la madre y el hijo, sino que ella misma lo avala.

Luego de una infancia de educación domiciliaria, este padre considera que es el momento de que el hijo vaya al colegio, quiere que el hijo se integre a un mundo real  y le da referencias a este para que pueda enfrentarse a esta nueva experiencia: “tienes que ser cool”. “Cool” vendrá a ser un significante que le permitirá al niño en principio orientarse sobre cómo integrarse a esta sociedad,  le dice: “no es cool que los padres entren al colegio”, “no es cool usar el casco en clases”, “no es cool saber tanto, participa solo de vez en cuando”, por suerte para todos la madre avala esta intervención del padre a pesar de que esto la separará del hijo.  

Esta familia ha intentado proteger al hijo de un “mundo cruel”, aunque saben que debe aprender a manejarse en él con todo y su defecto físico, es por ello que la madre le habla de las marcas, el padre lo exhorta a ser “cool”, la hermana le advierte: “si quieres ser normal, estas son las reglas”. Saben que tienen a un niño EXTRA-ordinario y aunque no saben bien cómo hacerlo apuestan siempre al niño ordinario. Son estas preguntas abiertas sobre la crianza de August las que finalmente permitirán que pueda incluirse en la educación regular y que la madre pueda retomar un deseo propio que está más allá del hijo.

Este film permite mostrar cómo cada sujeto tendrá que arreglárselas con sus circunstancias mas allá de sus marcas de nacimiento, gracias a la intervención del padre, Auguie consigue incluirse en una escuela regular.

Esta inclusión se va a dar a partir de sus propios recursos subjetivos, en su caso el interés por la ciencia y sus talentos en esa área; se puede ver también cuán importante es que la madre tenga un deseo que esté más allá del hijo, a medida que se va dando la separación madre-hijo, ella retoma el interés por sus asuntos y la inclusión del niño se va facilitando, gracias a la función del padre que sirve como referencia para incluirse en el mundo real.  

Es así, como Auguie comienza a vivir la vida de un niño ordinario aun siendo EXTRA ORDINARIO.

Psic. Adriana Chacín Garay

Instagram: @adrianitach

Correo: adrianitach@hotmail.com

By |2019-06-13T16:53:39-04:00febrero 21st, 2019|Psicología Infantil|

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